Distintivo de Calidad FECYT para Repositorios de Acceso Abierto
El Repositorio Documental de la Universidad de Valladolid, UVaDOC, ha superado el Proceso de Evaluación de la Calidad de Repositorios de acceso abierto convocado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), obteniendo el Distintivo de Calidad FECYT 2025 para Repositorios de Acceso Abierto.
Con este sello se acredita que UVaDOC cumplen con los estándares de calidad, interoperabilidad y buenas prácticas definidos por la FECYT y REBIUN, reforzando su compromiso con la ciencia abierta, la transparencia y la difusión del conocimiento científico.
Este proceso de Evaluación, se enmarca en la infraestructura nacional RECOLECTA, que agrupa a los repositorios de acceso abierto de universidades e instituciones científicas españolas. El proceso de Evaluación de Calidad quiere reconocer, fomentar y certificar la excelencia, la transparencia y las buenas prácticas en la gestión del conocimiento científico en abierto. El proceso de evaluación ha valorado especialmente la transparencia en las políticas de acceso abierto, la calidad técnica de los metadatos, la interoperabilidad con sistemas internacionales, la visibilidad y gestión de datos de investigación.
UVaDOC es gestionado por la Biblioteca de la Universidad de Valladolid, y tiene como objetivo recopilar, preservar y difundir en acceso abierto y a texto completo los documentos de carácter científico, docente e institucional generados por la Universidad de Valladolid.
UVaDOC se difunden a través de RECOLECTA, HISPANA, Google Scholar, OpenAIRE, Europeana y otras plataformas y directorios especializados.
Todos los repositorios institucionales integrados en el Consorcio BUCLE (Bibliotecas Universitarias de Burgos, León, Salamanca y Valladolid) han superado el proceso de evaluación de la calidad de repositorios de acceso abierto.
La presidenta del Consorcio BUCLE, Verónica Calderón, ha destacado que este reconocimiento “pone en valor el trabajo conjunto que las bibliotecas universitarias y su personal desarrolla desde hace años para fortalecer la ciencia abierta y garantizar que el conocimiento generado en nuestras universidades sea visible, accesible y reutilizable por toda la sociedad”. Indicando, además que “la obtención del Distintivo de Calidad FECYT 2025 es un impulso para seguir avanzando en políticas comunes en Castilla y León, consolidando a las bibliotecas como agentes clave en la gestión y difusión del conocimiento científico”.
En la web de RECOLECTA, recolector de ciencia abierta de FECYT, se puede consultar el listado definitivo de los repositorios distinguidos, el procedimiento de participación y el proceso de evaluación, así como la composición de la Comisión de Evaluación de esta primera edición.
Con esta iniciativa, FECYT contribuye al cumplimiento de la Estrategia Nacional de Ciencia Abierta (ENCA) y refuerza su compromiso con el fomento de la calidad de los repositorios de acceso abierto, infraestructuras digitales fundamentales para implementar las políticas de ciencia abierta y garantizar un sistema de ciencia, tecnología e innovación más accesible, transparente y colaborativo.
Resolucion definitiva concesion distintivo de Repositorios
Procedimiento participación evaluación repositorios






En este libro se analiza la disputa literaria entre Mateo Alemán y Mateo Luján de Sayavedra y su influencia en la que Cervantes mantuvo con Avellaneda. En 1599 se publicó la Primera parte de Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán; en 1602 apareció una continuación apócrifa de la misma firmada por “Mateo Luján de Sayavedra, natural vecino de Sevilla”, y, en 1604, Alemán publicó la segunda parte del Guzmán de Alfarache, en cuyos preliminares hizo ver que su rival había fingido su identidad y su lugar de origen, y en cuyo cuerpo novelístico denunció quién era en realidad: el valenciano Juan Martí. Además, Alemán imitó la obra de su rival al componer la suya. Poco después se produjo un caso muy similar: en 1605, Cervantes publicó la primera parte del Quijote; apareció luego el Quijote apócrifo, firmado por “Alonso Fernández de Avellaneda, natural de la villa de Tordesillas”; y, al componer la segunda parte de su Quijote (1615), Cervantes se inspiró claramente en Alemán, ya que no solo imitó la obra apócrifa de su rival, sino que denunció en sus preliminares que éste había fingido su nombre y su patria, y, para sugerir su verdadera identidad, empleó en su cuerpo novelístico recursos muy similares a los que había usado Alemán (que se explican detalladamente en el libro). El hecho de que Cervantes se sirviera de recursos similares a los de Alemán para revelar quién era su rival viene a ratificar que su intención era sugerir la verdadera identidad de Avellaneda. Y aunque no podemos demostrar que Alemán y Cervantes estuvieran en lo cierto, sí podemos estar seguros de que el primero identificaba a Mateo Luján de Sayavedra con el valenciano Juan Martí, y de que el segundo creía que Alonso Fernández de Avellaneda era el aragonés Jerónimo de Pasamonte, lo que resulta suficiente para explicar el sentido y la finalidad de sus obras y la manera en que las compusieron. 
